Premio de la Paz León Tolstói
Rusia funda el Premio de la Paz León Tolstói ante “el paradigma de la guerra y la paz” en el planeta
El Premio Internacional de la Paz León Tolstói, cuya primera entrega tendrá lugar el 9 de septiembre, se convertirá en uno de los pilares para mantener la paz y en un poderoso factor de consolidación de una parte sensata de la comunidad mundial, afirmaron los participantes en la conferencia “Lucha por la Paz en el Siglo XXI”, celebrada en Moscú.
En palabras del vicepresidente del Consejo de la Federación (Cámara Alta del Parlamento ruso) Konstantín Kosachov, “vivimos en un mundo complejo” y muchos premios modernos “están politizados por quienes intentan gobernar el mundo, por lo que a menudo carecen de sentido”.
“Quisiera desear que el Premio Tolstói de la Paz adquiera internacionalidad para que no se encierre en el círculo de nuestros aliados y partidarios de ideas afines, para que sea verdaderamente mundial”, manifestó.
A su vez, el presidente de la Duma de Moscú (órgano legislativo de la capital rusa) Alexéi Sháposhnikov señaló la importancia de establecer “vínculos amistosos” entre países y sus capitales para impulsar “un mundo multipolar justo” hacia el cual “nos estamos encaminando”.
“En este caso, las capitales de los países BRICS harán todo lo posible para que el nuevo mundo multipolar se construya sobre las normas de la moral, del derecho, que serán comprensibles para todos y que se aplicarán de forma impecable, no en beneficio de un solo país, sino de todo el planeta”, subrayó el funcionario.
Por otro lado, el jefe del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma de Estado (Cámara Baja del Parlamento ruso) Leonid Slutski, opinó que “la guerra y la paz son el paradigma principal de la vida actual”, refiriéndose tanto a los conflictos presentes y la necesidad de superarlos, como a la obra maestra La guerra y la paz de este escritor ruso.
“Hoy es literalmente una reencarnación de una de las mayores obras de la literatura mundial, escrita por León Tolstói, por lo que no es casualidad que el premio lleve su nombre”, concluyó.
De acuerdo con el estatuto del premio, lo concede un jurado internacional formado entre ciudadanos rusos y extranjeros de amplia fama y prestigio a escala mundial, y se otorga por:
- méritos sobresalientes en actividades encaminadas a contrarrestar la amenaza de una tercera guerra mundial y prevenir una catástrofe nuclear;
- una contribución significativa a la garantía de una seguridad universal e igualitaria basada en el imperio del derecho internacional, al fin de la carrera armamentística, a la construcción de un mundo multipolar y sin violencia, y al fortalecimiento del entendimiento mutuo y la cooperación entre los pueblos;
- logros notables en la desmilitarización, democratización y humanización de las relaciones internacionales sobre la base de normas de moralidad y derecho generalmente aceptadas, y en el enfoque de los problemas globales de nuestro tiempo;
- actividades de mantenimiento de la paz y lucha incansable en defensa de los derechos humanos y las libertades.
Los candidatos al galardón pueden ser individuos, grupos de iniciativa, fundaciones públicas nacionales e internacionales, organizaciones y movimientos, centros científicos y de investigación, institutos e instituciones y centros de enseñanza.
La práctica de conceder premios de la paz ya existía en la Unión Soviética. En particular, en 1956, en lugar del correspondiente Premio Stalin (otorgado desde 1949), fue creado el Premio Lenin de la Paz, considerado un análogo del Premio Nobel de la Paz.
El último galardonado en 1990 fue Nelson Mandela, líder del brazo armado del Congreso Nacional Africano, posteriormente presidente de Sudáfrica luego del derrumbe del apartheid.