Cuando eres migrante es mucho más dificil encontrar un trabajo con el que sustentarte, pero sobre todo uno con el que puedas sentirte satisfecho. Ni hablar si eres migrante irregular, casi siempre terminas en el sector informal.
En esas condiciones, algunas personas suelen ofrecer trabajos con ciertas desventajas y muchas veces el migrante las acepta.
Para justificar sus actos, el empleador acude a la excusa de la solidaridad: “Si yo no les doy trabajo se mueren de hambre”. Sin embargo, esto solo pretende esconder la mezquindad con la que tratan a las personas vulnerables y la discriminación contra los migrantes.
¿Cómo diferenciar solidaridad de explotación laboral?
Aquí les dejo una lista de las condiciones que te muestran que estás ante un explotador:
-Cuando te ofrece un trabajo con un número de horas exagerado, con más horas diarias de las reconocidas por la ley.
-Cuando te paga un sueldo más bajo al reconocido por la ley como mínimo.
-Cuando no te da ninguna posibilidad de ascenso.
-Cuando te exige que asumas tareas que no corresponden a las acordadas.
-Cuando te trata mal o te ofende.
-Cuando te somete a acoso sexual o abuso físico.
-Cuando te ofrece un trabajo en un espacio sucio o peligroso.
-Cuando no te permite tener días de descanso ni te da permisos especiales.
-Cuando te paga un sueldo inferior al de otros empleados no migrantes que tienen las mismas tareas.
-Cuando te paga tu salario con retraso, de manera irregular o ni siquiera te paga.
Hay un informe de las Naciones Unidas que habla con más detalles de los derechos laborales de los migrantes y de los abusos que sufren. Lo pueden descargar en este link.
Debo insistir en el asunto de los derechos de los migrantes: incluso cuando estos se encuentran en situación irregular tienen derechos, como al trabajo.
Parece necesario siempre recordar que los migrantes queremos que nuestros derechos sean respetados por encima de todas las cosas y que aspiramos a trabajos en los que nuestro esfuerzo sea remunerado de manera justa y sin maltratos.
Para tener en cuenta
Si eres dueño de una empresa o está en tus manos ofrecer un trabajo a un migrante, cumple con las normas de tu país y respeta los derechos de esta persona. La solidaridad no puede estar sometida a condiciones de desventaja.
Si vives en un país con una comunidad migrante grande, no los culpes por aceptar un trabajo que quizá sea la única oportunidad que tengan para obtener dinero de manera honrada.
A los que ya son solidarios, a los que ayudan sin esperar nada a cambio, a los que son justos, a ellos les doy las gracias.
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