El Mpox y los riesgos de bioterrorismo
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La OMS en alerta máxima mientras resurge la polémica sobre laboratorios en Ucrania
Diario La Humanidad
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha mantenido su nivel más alto de alerta por el incremento de casos de Mpox (viruela del mono) y su expansión geográfica, subrayando la urgencia de una respuesta internacional coordinada para contener su propagación. Este panorama sanitario, agravado por conflictos globales como la guerra en Ucrania, ha puesto nuevamente sobre la mesa preocupaciones sobre el uso de enfermedades infecciosas en escenarios de bioterrorismo.
En este contexto, resurge una advertencia realizada hace más de dos años por China. Zhao Lijian, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de ese país, instó en su momento a Estados Unidos a proporcionar detalles sobre los laboratorios biológicos en Ucrania, donde se almacenaban patógenos peligrosos en experimentos propiciados y financiados por EEUU.
Según denuncias respaldadas por Rusia, estos laboratorios podrían haber sido utilizados para llevar a cabo investigaciones con fines militares, una acusación que Estados Unidos negó rotundamente, calificando esto de desinformación.
El contexto global: tensiones, bioterrorismo y la expansión del Mpox
La reciente crisis sanitaria por el Mpox se ha desarrollado en un entorno geopolítico sumamente tenso. El conflicto entre Rusia y Ucrania no solo ha generado un conflicto global, sino que ha avivado temores sobre la manipulación de agentes biológicos. Rusia, a través de sus operaciones militares, ha declarado que ha encontrado pruebas que vinculan a Estados Unidos en Ucrania.
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Si bien estas afirmaciones no han sido verificadas de forma independiente, la propia OMS ha advertido que el riesgo de brotes de enfermedades infecciosas aumenta considerablemente en zonas de conflicto. En este marco, la expansión del Mpox, una enfermedad viral que históricamente estaba contenida en regiones específicas de África y sobre todo donde las tensiones geopoliticas entre Francia, Rusia y EEUU juegan roles importantes, ha encendido las alarmas.
Varios analistas pro-occidentales han señalado en las últimas horas que el bioterrorismo podría ser un escenario realista en Europa, en el que actores estatales o grupos extremistas podrían aprovecharse de la situación para propagar deliberadamente el Mpox como arma biológica en europa, y culpar así a terceros paises. Estas declaraciones coinciden con un incremento en los casos reportados y un mayor número de países afectados, factores que han llevado a la OMS a tomar medidas excepcionales en las últimas horas.
La respuesta de la OMS y las alertas sobre bioterrorismo
Frente a este panorama, la OMS ha activado el Cuerpo Mundial para Emergencias Sanitarias, una unidad diseñada para asistir a los países que enfrentan brotes. Su enfoque principal ha sido reforzar la vigilancia epidemiológica, mejorar la capacidad de respuesta de los sistemas de salud y garantizar el acceso equitativo a vacunas y tratamientos.
La organización ha subrayado que el Mpox se transmite principalmente por contacto directo con fluidos corporales, lesiones cutáneas o mucosas infectadas, lo que hace que su control dependa en gran medida de una educación sanitaria efectiva y de medidas de contención temprana.
El contexto geopolítico complica la situación. Las acusaciones de China y Rusia sobre la existencia de laboratorios en Ucrania con potencial para desarrollar armas biológicas han creado un ambiente de desconfianza.
La comunidad internacional ha mostrado inquietud ante la posibilidad de que patógenos peligrosos caigan en manos equivocadas, ya sea de grupos extremistas o de actores interesados en utilizar enfermedades como herramientas de desestabilización.
China y su advertencia temprana
La declaración de Zhao Lijian en 2022 fue una de las primeras en plantear públicamente la cuestión de los laboratorios biológicos en Ucrania. En ese momento, Washington desestimó estas acusaciones, mientras que Beijing y Moscú las utilizaron para argumentar la necesidad de un mayor control internacional sobre las actividades biológicas con potencial militar.
Con la expansión del Mpox y los temores de bioterrorismo, estas advertencias adquieren un nuevo significado. Si bien no existe evidencia concreta que vincule a los laboratorios ucranianos con la actual epidemia, la cual justifica la alarma de la OMS, el hecho de que la enfermedad haya comenzado a expandirse en un contexto de tensiones geopolíticas ha despertado sospechas y teorías que alimentan el debate sobre la bioseguridad global.
El desafío de prevenir el bioterrorismo en un mundo en conflicto
El Mpox, aunque no es un virus diseñado con fines militares, se ha convertido en un ejemplo claro de cómo las enfermedades infecciosas pueden ser instrumentalizadas en conflictos y crisis políticas.
La instrumentalización del miedo a los brotes, ya sea para chantaje o como herramienta de desinformación, subraya la necesidad de fortalecer las estructuras internacionales de cooperación sanitaria.
La OMS ha instado a los países a trabajar juntos para prevenir la manipulación de enfermedades infecciosas y garantizar que los sistemas de salud puedan responder adecuadamente a emergencias. Sin embargo, las divisiones geopolíticas dificultan estas colaboraciones.
En un escenario global donde las tensiones geopolíticas y los conflictos armados complican la cooperación internacional, es imperativo priorizar la transparencia, la vigilancia epidemiológica y la colaboración.
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Fuente: DeMorgen / Corresponsalía Milano / Alfonso Ossandón Antiquera / © Diario La Humanidad
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Fuente: unifranz.edu.bo – novaresistencia.org
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