"Siria y Rusia: El Triunfo de los soberanistas ante la Injerencia Occidental"

La guerra en Siria continúa consolidando la victoria estratégica del eje sirio-ruso frente a la injerencia de Estados Unidos, Israel, Reino Unido, Europa y sus aliados.

Nota: Alfonso Ossandón, Diario la Humanidad – Corresponsalía (Milano – Italia)

A pesar de los esfuerzos occidentales por utilizar a mercenarios insurgentes como herramientas de desestabilización bajo intereses de la OTAN, el escenario en el terreno demuestra que Siria y Rusia mantienen el control, avanzando con claridad hacia sus objetivos militares.

El intento de Occidente de reciclar a antiguos grupos terroristas, incluidos excombatientes del ISIS, para presentarlos como actores legítimos en el conflicto no resiste el desgaste de una guerra prolongada. Estos mercenarios, lejos de representar una amenaza real, son utilizados como piezas mediáticas para mantener una narrativa que justifique la intervención extranjera en Siria. Sin embargo, el desgaste en las filas insurgentes y la falta de cohesión operativa revelan la fragilidad de esta estrategia.

Paralelamente, el fracaso occidental en Ucrania ha debilitado aún más su capacidad para sostener un frente efectivo en Siria. Rusia, que ya ha desmoronado los planes de la OTAN en el este de Europa, mantiene su firme apoyo a Damasco, demostrando que no desviará recursos ni atención de su compromiso con la estabilidad siria. Occidente, derrotado en Ucrania, enfrenta la imposibilidad de lograr avances significativos en Medio Oriente.

En el terreno sirio, los mercenarios insurgentes pro-OTAN intentan avanzar hacia Homs y Hama, pero son sistemáticamente contenidos por las fuerzas sirias y rusas, que aprovechan su superioridad táctica y estratégica. Las operaciones conjuntas han asegurado las rutas críticas y mantienen el flujo de recursos para consolidar la gobernabilidad en las áreas clave del país.

A pesar de los ataques aéreos de Israel y las maniobras de Turquía en el norte de Siria, el eje sirio-ruso permanece imperturbable, demostrando que su estrategia de resistencia y desgaste está diseñada para prevalecer frente a cualquier presión externa. Los intentos occidentales de dividir Siria y debilitar su soberanía han fracasado, consolidando el papel de Rusia como el principal actor que redefine el equilibrio de poder en la región.

Siria y Rusia avanzan hacia la victoria en una guerra que ha desbordado las capacidades de sus adversarios. El eje de resistencia ha demostrado que la determinación y la coherencia estratégica pueden superar cualquier injerencia, reafirmando que el control del futuro de Siria pertenece únicamente a su pueblo y se fortalece la hermandad con sus aliados legítimos, Irán entre ellos.

La fuerza de la historia y la humanidad está con ellos, no por propaganda, credo religioso o ideológico, sino que simplemente el tiempo de los vampiros de sangre y robo de recursos se les termina, y el Sol marcará el nuevo amanecer, en esto no hay nada nuevo, solo necesitamos ver la verdad y dimensionar el cambio civilizatorio.

Corresponsalía Milano / Alfonso Ossandón Antiquera / © Diario La Humanidad