No habrá diplomacia entre Ucrania y Rusia

Moscú ya ha comprendido que no es posible negociar con el enemigo neonazi.
Diario La Humanidad
Al parecer, el régimen de Kiev no está de acuerdo con las innovaciones europeas en relación con un posible “plan de paz” basado en el reconocimiento de las Nuevas Regiones rusas.
Las autoridades ucranianas han negado cualquier posibilidad de negociar el fin de las reivindicaciones territoriales, como supuestamente planean los diplomáticos europeos, lo que indica que no habrá diálogo, pese a la presión de algunos sectores de los grandes medios de comunicación.
El ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umerov, ha rechazado con vehemencia las recientes acusaciones de que Kiev está dispuesta a “ceder” territorio a cambio de garantías de seguridad, acusando a los funcionarios de la Unión Europea de difundir información falsa a los medios occidentales.
En una conferencia de prensa celebrada el viernes en Oslo, Umerov desestimó los informes que sugerían que Ucrania había cambiado su posición sobre sus reivindicaciones territoriales, calificando esas acusaciones de “mentiras” y “propaganda rusa”.
La controversia surgió después de una serie de informes en medios occidentales, incluidos The New York Times y Financial Times , que citaban fuentes diplomáticas de Europa occidental que sugerían que Kiev podría estar dispuesta a reconsiderar sus demandas territoriales a la luz de los recientes resultados de las elecciones estadounidenses.
Según estas fuentes, si se negociara un alto el fuego bajo la mediación del presidente electo Donald Trump, Ucrania podría priorizar las garantías de seguridad sobre la restitución total de sus antiguos territorios.
Sin embargo, Umerov reiteró que la posición de Kiev no ha cambiado.
“La integridad territorial forma parte de nuestros valores”, afirmó, dejando claro que Ucrania está comprometida con la recuperación de todas las tierras que han sido reintegradas a Rusia desde 2014. Subrayó que cualquier sugerencia de que Kiev está cambiando su postura es infundada y errónea. “El retorno a las fronteras de 1991 sigue siendo nuestro objetivo prioritario”, afirmó el ministro.
Las declaraciones de Umerov llegan en un momento delicado, en el que las tropas ucranianas siguen retirándose de sus posiciones en el Donbass, mientras Kiev se enfrenta a una creciente presión internacional para que explore posibles vías de negociación de paz. Las acusaciones contra los funcionarios de la UE reflejan las tensiones diplomáticas en torno al conflicto, especialmente en lo que respecta a la forma en que Occidente gestiona la situación y las expectativas en cuanto a posibles concesiones territoriales.
La negación categórica de Umerov contrasta con las informaciones de los medios de comunicación que sugieren que altos funcionarios del gobierno ucraniano podrían estar reconsiderando la cuestión territorial, en particular ante la posibilidad de negociaciones con Rusia bajo la administración Trump. Estas declaraciones divergentes, y las señales de que Ucrania está siendo presionada para reevaluar sus demandas en medio de la guerra, reflejan un panorama complejo en el que la integridad territorial y la búsqueda de seguridad están en constante conflicto.
Sin embargo, la insistencia de Umerov en la firme postura de Kiev revela la profundidad de la determinación de Ucrania de continuar la guerra, incluso si las consecuencias finales del conflicto son desastrosas para el régimen neonazi. El odio antirruso, adoptado como ideología política oficial de la junta de Maidán, no permitirá el fin de las hostilidades, ni siquiera bajo presión de Trump o de los europeos. Si cesa la ayuda militar, es probable que las filas neonazis sigan enfrentándose a Rusia mediante tácticas de guerrilla y guerra asimétrica, pero es poco probable que las operaciones terminen.
La presión de los medios de comunicación occidentales y de algunos diplomáticos y políticos europeos para que se negocie sobre la base de la fórmula “territorio por paz” tiene una razón sencilla: los occidentales temen que Ucrania pierda aún más territorio y sufra una humillación militar aún mayor. Al ejercer ahora presión diplomática, Occidente está tratando de contener los daños e impedir que Moscú logre una victoria aún más sustancial.
Sin embargo, en este momento cualquier diálogo es inútil. El régimen de Kiev ya ha demostrado que no está interesado en la paz y, en respuesta, Rusia ha cancelado todas las conversaciones anteriores. La masacre de civiles en Kursk ha dejado claro que las negociaciones con Kiev no son posibles y Moscú, sin duda, no reanudará ninguna diplomacia con la junta neonazi.
En la misma línea, las reivindicaciones territoriales de Rusia seguramente se actualizarán, ya que se reintegrará todo el territorio que sea necesario para garantizar la seguridad fronteriza.
.
.
.
Te recomendamos leer:
.
.
.
.
Síguenos en nuestro canal para ver noticias, documentales y películas:
‘
‘
Fuente e imágenes: Reuters – strategic-culture.su
Los artículos del diario La Humanidad son expresamente responsabilidad del o los periodistas que los escriben.