Como funciona el sistema electoral estadounidense y que tan democrático resulta ser para la población que vive en la primera potencia mundial?

Diario La Humanidad – Información de Primera – Nota: Diego Ramírez – Uruguay

Seguramente los lectores más crédulos imaginen que las elecciones en Estados Unidos son perfectas porque siempre se dijo que es el país con “la democracia más linda del mundo”, pero vamos a ver un poco en profundidad de qué se trata todo este sistema. 

En primer lugar y antes de adentrarnos de lleno en el tema, es bueno decir que no creo en las encuestas y menos en las realizadas por elementos estadounidenses, que por ejemplo en el año 2016  daban ganadora a Hillary Clinton, algunas inclusive le daban ganadora por un 80% de los votos, cosa que distaba mucho de la realidad que luego se presentó. Las encuestadoras al igual que la mayoría de los medios de prensa occidentales trabajan generando opinión e inducción bajo las órdenes de sus dueños  de  las elites jazaras, jefes de la punta de la pirámide con más poder que los mismos Soros padre y Soros hijo. 

Tiempo atrás, uno podía decirles Demócrata o Republicano a los jázaros y era exactamente lo mismo, les daba igual, pero en los últimos años, desde que apareció Donald Trump, un personaje con agenda propia, egolatría al tope,  inteligente para los negocios, pero sobre todo muy impredecible para las élites y muy en contra de la agenda globalista 2030, ha llevado a que ese estado profundo, comience a sentir cierta incertidumbre y lo quiera fuera del juego presidencial. Bastaría con ver los intentos de encarcelarle o el intento de asesinato fallido por milímetros hace poco tiempo para entenderlo. Pero bueno, tampoco nadie habla de si las elecciones anteriores las ganó Biden o si en realidad hubo fraude, nadie pide a gritos que “muestren las actas”, porque todos piensan que se trata de “la democracia más linda del mundo” . 

Lo cierto es que, si penetramos en el sistema y en la organización que hay detrás, nos damos cuenta de que dista mucho de una democracia y que el estado profundo gobernado por los jazaros pone y saca candidatos y presidentes de cualquier manera y si es necesario asesinar, lo hacen como lo han hecho con tantos presidentes y candidatos a lo largo de la historia en ese pais y también en muchos otros paises, pero ahora estamos hablando de Estados Unidos. 

El sistema tampoco es cien por ciento cristalino, por ejemplo,  gracias a la pandemia de la Covid 19 en muchos estados Demócratas se facilitó a todas las personas (antes había que tener una verdadera razón) los medios de votación por correo y eso hizo que los controles fueran muy bajos. Gracias a ello, en las elecciones del 2020, el 43% de las personas emitieron su voto por correo, un fuerte aumento respecto al 21% de los votos por correo emitidos en 2016.

¿Cómo funciona?

Al votante le envían las autoridades electorales de cada estado, una boleta electoral por correo que deberá llenar y firmar para luego enviar por correo nuevamente ya el voto realizado a las autoridades electorales del estado.

Aquí nadie sabe si la persona que vota esta viva, si es consciente de lo que está haciendo, si esta drogada o alcoholizada, si está siendo coaccionada por alguien en el momento de elegir, o si acontecen otros “problemas” como por ejemplo en el traslado por parte de quienes están a cargo del correo, que pueda terminar por cambiar la verdadera decisión que tomaría ese votante.

Pero bien, lo cierto es que al margen de todo esto, si vemos detenidamente el sistema electoral estadounidense, vemos que no son las personas que viven en  Estados Unidos las que eligen al presidente.

En primer lugar porque en los Estados Unidos se estima que hoy hay alrededor de unos 335 millones de personas, en el 2019 habían 330 millones y las personas  habilitadas para votar eran 230 millones, alli ya quitamos cerca de un tercio de la poblacion del pais, pero además, de esos habilitados para votar en el año  2019 solo resultaron válidos los votos de 158 millones. Lo que nos deja muy en claro que en el país que se autoasigna como abanderado de la democracia mundial, vota poco más de un tercio de su población, algo muy extraño cuando apenas alrededor de un 22% de la población son menores de 18 años que no cuentan con la edad mínima para el voto. 

En  el “pais de la fantasia” del tio Sam, según datos de la Human Rights Watch, en el año 2022, más de 4,4 millones de personas estaban privadas del derecho al voto debido a condenas por delitos graves, y miles más no podían votar por estar en prisión. Uno de cada 19 estadounidenses negros en edad de votar está privado de este derecho, una tasa 3,5 veces mayor que la de los estadounidenses no negros. Se estima que medio millón de latinoamericanos también están privados del derecho al voto en virtud de estas políticas, y en algunos estados, como Florida, menores de edad con condenas por delitos graves pueden perder el derecho de forma permanente, incluso antes de alcanzar la edad mínima para votar.

Es bueno aclarar también, que en Estados Unidos los presos condenados por delitos menores o aquellas personas que están detenidas a la espera de un juicio, en teoría  no pierden su derecho al voto, pero el desconocimiento y la falta de información casi siempre les impide ejercer su derecho al voto y es por eso que en algunos estados en periodos electorales se evidencian aumentos en las tasas de detenciones.

Pero las personas que si tienen sus votos válidos, tampoco votan en definitiva al presidente, porque al final del día  de las elecciones, a quienes en verdad voto  la gente, es a quienes integrarán el colegio electoral, que son en definitiva quienes eligen luego al presidente, también por intermedio de una votación en el colegio.

Estos integrantes del colegio electoral  son elegidos de una forma muy poco democrática, porque no han sido elegidos todos directamente por la gente, porque no hay un número de integrantes colegiados proporcional a los votos, sino que la cantidad de integrantes para el colegio electoral surge de una repartición de antaño que otorga  una determinada cantidad de integrantes del colegio según el  estado, sin importar la cantidad de votos. Por ejemplo, los estados que más votantes tienen para el colegio, son California (54), Texas (40), Nueva York (28), Florida (30), Pennsylvania (19) y Ohio (17) y así continua la lista. En total son 538 miembros del colegio electoral, al final, la cifra se decanta de la  suma de los 100 senadores, 435 miembros de la Cámara de Representantes y tres legisladores más que corresponden a Washington D.C.

Es decir, son los integrantes de este colegio electoral, estas 538 personas, quienes eligen en verdad  al presidente, en otra  votación, donde se necesita el voto de al menos 270 electores  (más de la mitad del total) para que el candidato gane la elección del colegiado.

Este sistema ha llevado a que no solo pueda ganar las elecciones el candidato que salió segundo en votos (lo que le paso a Trump en el 2016, que habiendo sacado menos votos que Hilary Clinton se consagró presidente por la votación del colegio electoral, que tambien ya le había pasado a Bush  años atras), sino que además puede llevar a que las personas hayan votado a un integrante del colegio que era en el momento de la votación de un partido, pero que luego a la hora de la votación dentro del colegio electoral, este integrante por cualquier razón, termine votando al otro candidato del otro partido, cosa que ya también ha pasado en Estados Unidos.

Es decir que el próximo 5 de noviembre EEUU elige a 435 Congresistas (Cámara Baja) y 33 Senadores (se renueva un tercio del Senado para los próximos 6 años). Asimismo, están en disputa los gobernadores de 11 Estados (Delaware, Indiana, Missouri, Montana, New Hampshire, North Carolina, North Dakota, Vermont, Utah, Washington, West Virginia). Luego, el 17 de diciembre de 2024 se reúne el Colegio Electoral y se proclama a quien obtuvo los votos en el colegio para ser  presidente.

A esto se le llamó durante décadas “la democracia más linda del mundo”, obviamente la mayoría de las personas del planeta, incluso muchas dentro del propio Estados Unidos, no tenían ni tienen idea de como funciona este Frankenstein llamado “democracia”. 

Pero bueno, de todas formas se supone que habrá elecciones y digo se supone, porque quienes leen con asiduidad mis artículos, entienden que yo creo que va a haber sorpresas, antes, durante y después. 

Volviendo al tema de la “democracia más linda del mundo”, es bueno comprender que Kamala Harris tampoco ha sido elegida candidata a la presidencia por voto popular, pero sería extendernos demasiado ponernos a analizar esa candidatura en este momento y además la mayoría de las personas ya lo saben.

Lo cierto es que en noviembre habrá elecciones y se enfrentaran el ultranacionalista de Donald Trump contra la encargada de los globalistas de la agenda 2030 Kamala Harris, que tiene que remontar uno de los peores gobiernos de la historia de los Estados Unidos, con  una inflación acumulada durante  el gobierno de Biden de un 24 %, con una enorme perdida de poder adquisitivo, con un leve aumento laboral pero basado en empleos públicos que multiplicaron el gasto del estado, o con trabajo para los inmigrantes a salarios verdaderamente muy bajos. Otro de los  grandes problemas es con el uso del fentanilo y otras drogas que llevan a que hoy por hoy la sobredosis sea una de las primeras causas de muerte en Estados Unidos. Producir  fentanilo cuesta un 1% de lo que cuesta la producción de heroína y el  llamado “viaje” es mucho más intenso pero mucho más efímero que el de la heroína. Es por eso que ha estallado su consumo a lo largo y ancho del pais en los últimos diez años. Miles y miles de niños han perdido a al menos uno de sus padres por sobredosis y el problema está aún lejos de encontrar una solución que genere una reducción real de los  casos.

Hay grupos individuales que se dedican a educar específicamente para el  trato con personas en estado de sobredosis, en busca de salvar más vidas, pero el gobierno no busca encontrar un camino que le indique la salida a este horror que vive su pueblo.

La pobreza, la desesperanza, la violencia y la incertidumbre, sumado a los cada vez mas elevados gastos en regalos militares y económicos a Israel, Zelensky y Taiwán, entre muchos otros, están llevando al país mas armado del planeta a un clima perfecto para que colisionen distintos sectores políticos, económicos y sociales causando una incontrolable y seguramente ineludible guerra civil, antes, durante o después de las elecciones en ese pais.

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Imagenes tomadas de: CEDOC – Perfil – nida.nih.gov/es

Los artículos del diario La Humanidad son expresamente responsabilidad del o los periodistas que los escriben.

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