La poderosa voz del Comandante Chávez se mantiene presente en la realidad venezolana. Su empatía, sentimiento, identificación, alegría, dignidad, reclamo justo, autocrítica; juntas relatan un proyecto que se arma de historia, lectura del momento y propuestas audaces, para ir tejiendo encuentros, sumando voluntades. Porque convencer es el camino para la consolidación de la democracia plena, integral, cierta.
Chávez encarna un proyecto que siempre tuvo como horizonte construir las condiciones para “darle poder al pobre”[i], para cambiar la correlación de fuerzas políticas del país, para parir soberanía, patria y socialismo. Conjugado esto en un “Estado Social de Derecho y de Justicia”[ii], en una vía comunal para hacer irreversible los cambios, porque las raíces fuertes sostienen revoluciones, aunque sean múltiples los ataques, los peligros.
Estas ideas las defendió con claridad a lo largo de su vida política independientemente de sus altos y bajos, en función de la acumulación de fuerzas, bien para hacer viable el avance del proyecto, o para reformular propuestas manteniendo lo esencial de ellas. Por ello vemos temas centrales recurrentes, permanentes, que sostienen una coherencia estratégica, articulando horizonte y lucha diaria de manera clara.
Un ejemplo lo encontramos entre las líneas del Libro Azul[iii] y lo planteado en el Golpe de Timón[iv], dos hitos claves que recorren un arco histórico de 22 años. Entre ambos hitos importantes aprendizajes, la sumatoria de experiencias, de intercambios, de rectificaciones para profundizar en derechos, pero sobre todo la ratificación de los elementos medulares de la Revolución Bolivariana.
“El modelo de la sociedad original de la Venezuela del siglo XXI está concebido con el criterio de un sistema de gobierno que abra con amplitud ilimitada los espacios necesarios donde los pueblos, la masa popular, se desplieguen creativa y eficazmente, y obtengan el control del poder para tomar las decisiones que afectan su vida diaria y su destino histórico… “Todo el Poder para el pueblo” es una consigna perfectamente válida que debe orientar el proceso democratizador hacia la sociedad proyectada en el horizonte objetivo”
Libro Azul, 1990
“Una de las cosas esencialmente nuevas en nuestro modelo es su carácter democrático, democrático, una nueva hegemonía democrática y por tanto eso nos obliga a nosotros a qué, no a imponer sino a convencer, a convencer… El socialismo es democracia y la democracia es socialismo en lo político, en lo social, en lo económico… ¡La autocrítica!, ¡Independencia o nada!, ¡Comuna o nada!… cambiar toda la relación geográfica-humano socioterritorial y cultural”
Golpe de Timón, 2012
En cada momento de inflexión de la revolución, las tensiones contenidas en estas ideas centrales/recurrentes se decantaron a favor de las mayorías, en clara lucha contra las fuerzas conservadoras (incluyendo las presentes en el seno de la revolución) fueran políticas, empresariales o religiosas, serviles al mismísimo imperio que comandó la gran mayoría de las acciones para desestabilizar el proceso, incluso la interrupción del orden constitucional.
Allí la fórmula para avanzar se puso a prueba, activándose la retoma de la democracia por parte de quienes justo eran reivindicados, incluidos, en revolución. La fuerza capaz de cambiar el tiempo histórico[v], es el Poder Constituyente, porque el pueblo que desata su potencia es capaz de todo triunfo. Chávez lo sabía, su pueblo lo demostró, y no solo en abril del 2002.
Relato/Proyecto en Disputa
Como suele ocurrir con los sujetos que cambian la historia, su legado se convierte en un campo de disputa. Ya sea para ir definiendo lo que fue su propuesta; mirada en perspectiva del proceso, con sus tiempos, giros e ideas fuerzas, lo que exige reconstrucción, mirada crítica sobre sus acciones, influencia y circunstancias. Así como también de presencias y ausencias, de victorias y reveses, aciertos y errores. Planteando un armado de propuestas y síntesis que definen un relato/proyecto, de manera que sean indivisibles, que haga síntesis con solo nombrarlo: Chávez.
También ese proceso plantea para algunos resignificaciones, reajustes, reinterpretaciones, que en ocasiones buscan separar el relato del ser histórico del proyecto que enarbolaba, desconectando lo sustantivo de lo anecdótico, fragmentando ideas del proceso, reorientando énfasis, o circunstancias.
Con Chávez recién inicia ese proceso, ya hemos visto mucho, pero aún falta mares de tinta y de imágenes con ese objetivo, construir relato como imaginario, que narre fragmentos, que comente lo mínimo necesario para algunos, ajustando su voz para que susurre o para que distorsione, que sea ruido y no canto que movilice.
Pero también existirá quien lo prefiera en silencio, como lo innombrable, lo que con incomodidad se sortea, para bordearlo con cuidado, sin ni siquiera rozarlo, y si se cruza, porque es imposible borrar su presencia, será para reafirmarlo como mal ejemplo, como maldición, como error. Todo lo que se acostumbra decir de quienes ponen en pie a los excluidos de siempre para que ocupen su lugar en la historia de la patria nuestramericana.
No Venimos a Levantar Monumentos
Tenemos, quienes con Chávez reafirmamos un proyecto de liberación, de construcción del socialismo desde lo comunal, el deber de entrar en esa disputa, de ir sumando aportes, desde lo que significó en nuestras vidas y comunidades la concreción de un proceso revolucionario que se abrió camino entre complejas situaciones.
Eso implica estudio, mirada de proceso general y de etapas, ajustes a la memoria haciendo justicia a la historia, análisis de propuestas, resultados y situaciones, comparación de lo que se dijo con lo que se hizo, visibilizar la lucha de clases y tensiones en todo ámbito y escala de poder, en cada momento clave de la Revolución Bolivariana.
Porque reivindicar al Chávez/proyecto revolucionario, nos exige no levantarle monumentos, ni altares, sino ponerlo donde justo supo estar, en el corazón de un pueblo que lucha por transformar su realidad, por mejorar sus condiciones, por plantear salidas a la injusticia, a la realidades que el capital impone, con sus desigualdades y desesperanzas.
Ese Chávez que ve lecciones, y las estudia de forma sistemática, en nuestro recorrido histórico, que dialoga con los aportes críticos de otras revoluciones y procesos, que sabe sumar desde el reconocimiento del otro y la otra, fundamental en toda revolución, que mueve la fibra humana y en ella se reafirma, que defiende la vida, y la posibilidad de un mundo mejor.
Un Comandante en lucha por realizar un proyecto junto a su pueblo, para él admiración, pero no veneración religiosa, sí reconocimiento de que en su palabra, en su mirada del mundo actual, del capitalismo y sus mecanismos de dominio, y en sus propuestas para superarlo, tenemos herramientas para seguir en lucha, para combatir a propios y extraños, quienes siempre fueron contrarios a sus propuestas, a quienes claudican, a quienes se empecinan en hacer ejercicios de transmutación política.
Razón y Fuerza
Asumir la tarea de poner en común las ideas de Chávez, nuestro proyecto político, también nos obliga a impulsar lo necesario para que sea realidad, porque además de señalar, de reclamar, desde la dignidad que da decir la verdad, debemos construir herramientas que nos permita su defensa.
Porque no basta con decir de memoria citas, o esperar fechas que son ahora efemérides incomodas para recordarlo, para hablar del camino que no se está recorriendo. Sin dejar de apuntar, de decir lo que tenga que ser dicho, como bien aprendimos del Comandante, nuestra tarea es juntar para incidir, para generar los cambios, para soportar las embestidas y para ganarles la partida.
Ya acostumbrados estamos a tiempos difíciles, a tratar de caracterizar lo complejo, a actuar y también a esperar el momento adecuado, a soportar estar inmóviles y a descifrar aquello que nos ayuda a movernos, a vernos en las luchas y necesidades, en los gestos de solidaridad, para ir reconstruyendo tramas para seguir el recorrido.
Por ello, como modesto aporte al desafío planteado, estaremos compartiendo semanalmente reflexiones del Comandante Chávez en la página de TatuyTv, ideas fuerzas del proyecto socialista que asumimos como propio, para contribuir en ese proceso que ya tiene tiempo andando, el de la construcción compartida de claves que orienten, que aporten a debates, prácticas y luchas actuales.
Reafirmando el horizonte de transformación socialista con el Chávez estadista, el subversivo, el militar, el presidente, el humano, el que defiende la vida y lo común, lo comunal, el que conecta en un proyecto estratégico lo dicho en el Libro Azul y el Golpe de Timón, reafirmándose en que el pueblo organizado que asume poder, es la base del Bloque Histórico que define a la Revolución Bolivariana.
[i] 2008/10/17 – Transferencia de recursos al Poder Popular “El camino es el socialismo”. Ver: https://n9.cl/o3xv5
[ii] Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, CRBV. Ver: https://n9.cl/j726e
[iii] «Uno de nuestros instrumentos de trabajo y de lógica (…) que forma parte de una historia muy del proceso venezolano, de la idea bolivariana de un modelo ideológico que hemos estado readecuando y que hemos llamado El Libro Azul». Chávez, 15 de septiembre de 1999. Ver: https://n9.cl/kj84r
[iv] Reunión de gabinete realizado el 20 de octubre del 2012 por Chávez luego de su nuevo triunfo electoral del 07/10/2012, conocido como Golpe de Timón. Ver: https://n9.cl/oamqi
[v] 2007/1/10 – Juramentación como Presidente de la República Bolivariana de Venezuela 2007-2013. Ver: https://n9.cl/jwilq
Escrito por Gerardo Rojas
Publicado en la web de TatuyTV
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