LA GUERRA EN UCRANIA

Nota: Maestro Víctor Brindisi– ex-integrante del
Movimiento de Educadores por la Paz – Uruguay.
(IPB) – Buró Internacional de la Paz – América Latina.

1) Más allá de la radicación del conflicto en el Este europeo, es notoria la importancia mundial del mismo. Hemos leído y escuchado múltiples versiones sobre la razón y naturaleza del mismo. Nos ha parecido adecuada la declarada por Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz. Argentina, que transcribimos:

“La guerra en Ucrania es una expresión (por cierto, no la única) del proceso de descomposición del capitalismo en su etapa neoliberal, pues mientras los medios dominantes ponen el foco en el Este europeo, los Israelíes han atacado Siria y Cisjordania, donde se han cobrado nuevas vidas y cientos de heridos palestinos, y el Pentágono acaba de bombardear Somalia. Sin embargo, parece que solo Ucrania ha visto vulnerado su derecho a la autodeterminación. Pero al mismo tiempo, resulta evidente que en contradicciones, avances y retrocesos la humanidad enfila hacia un nuevo orden multipolar. No sin la resistencia de la que ha sido durante más de un siglo la mayor potencia del planeta, lo cual explica las convulsiones económicas, políticas y militares y hoy se ve jaqueada por la competencia de China. La acción militar de Rusia sobre Ucrania no puede entenderse sin contextualizarla en la guerra que el gobierno pro occidental de Ucrania viene librando desde 2014 contra la población pro rusa del Donbáss, donde ya han muerto 14 mil personas y destacan por su crueldad los grupos paramilitares neonazis armados y azuzados por la OTAN y Estados Unidos. Esos ataques vulneran los acuerdos de Minsk de 2015. El empeño de Estados Unidos de expandir la OTAN hacia las fronteras de la Federación Rusa acompañado de la entrega de moderno armamento a Ucrania, constituye de hecho la consumación de un cerco militar progresivo que ningún Estado puede aceptar de brazos cruzados (…)“

2) Más allá de las fundadas razones que intentan justificar la invasión a Ucrania por parte de Rusia, expresamos nuestra total condena a la misma.

Claro que repudiamos también las actuales “guerras” que se desarrollan en Yemen, Somalia, Irak, Palestina, Siria y otras regiones, aunque estas no se conviertan en motivos sensacionalistas para los medios de información.

Además de la lamentable e injusta pérdida de vidas en Ucrania y esas regiones, seguirá creciendo en forma alarmante la cantidad de niños, mujeres y hombres que pasarán hambre, enfermedad, miseria.

Niños Palestinos caminando entre los escombros luego de los bombardeos del ejercito Israeli. AFP

3) Por otra parte, ya se ha planteado, por las principales potencias, un fuerte desarrollo de la carrera armamentista.

Los recursos que debieran destinarse a mejorar las condiciones de atención de la actual pandemia, que en los países más pobres no posibilitaron una mayor vacunación, volverán a destinarse a las armas, dejando de lado los compromisos relativos a la atención del cambio climático, fundamental para el futuro del planeta y la atención de las necesidades mínimas de quienes viven en extrema pobreza.

4) Deseamos que cuando este artículo llegue a los lectores, la situación haya cambiado y se haya logrado un alto al fuego. Que las negociaciones se desarrollen sin violencia y posibiliten el regreso de los millones de seres que tuvieron que emigrar y una vida digna para todos. Los pueblos de Ucrania y Rusia, unidos por lazos tradicionales, comenzarán una nueva etapa de su historia.

5) La Paz es una necesidad suprema de la Humanidad. Es compromiso de todos los seres humanos promoverla y la educación es la principal herramienta para su construcción.

La familia, la escuela, la comunidad, toda la sociedad, sus instituciones deben actuar en favor de la paz. Es necesaria una acción conjunta, permanente, constante, globalizante. Desde la primera infancia debemos inculcar los ideales de respeto, solidaridad, amistad, con prácticas que alejen a los niños y jóvenes de la violencia y el egoísmo.

CONSTRUYAMOS LA PAZ ENTRE TODOS.

Maestro Víctor Brindisi, 18 de marzo de 2022