El Medio Dispuesto
Carlos Matute – Periodista – Venezuela
Cuando me asalta la duda invento una imagen.
W. Goethe
El medio invisibiliza la realidad, por ello, en la imbecilización de los medios está el show. El medio es el líquido amniótico que nos sustenta en el vientre social impuesto e imposibilita la expulsión a la realidad. El medio se subjeta del pánico y del miedo, pues razones de ser son generar caos y terror e imposibilitar la acción ante el temor represivo.; pánico y miedo que adocena también al funcionamiento de las instituciones democráticas. El medio estandariza la idea-producto pero no estandariza la vida. Todo lo contrario, lo convierte en una carrera abierta de libre compra-venta de un mercado de entretenimiento que no tiene fin. Por ello el medio se reinventa. El medio no es el espacio público. Es la máquina al servicio del capital a través de la reconstrucción ideologizada de lo que nos ”representa”. El medio nos filtra la ”realidad” dejando a un lado la esencia y el sentimiento que transcurre en ella misma.
Pero ¿Y no será la misma ”realidad” una sujeción de esa misma imposición de sonidos e imágenes a la que recurre el medio? ¿Se estará transfigurando la realidad (la real), o es la religión advenediza de los dueños y amos de las telecomunicaciones?.
Una política pública en materia de medios es tan contraproducente para la democracia mercenaria como el mismo hecho de la relación pueblo-constituyente. Si llevamos las riendas de la toma de decisiones en el aparato político-estatal, dejaríamos sin trabajo al funcionariato parasitario y eliminaríamos las mafias económicas al controlar nosotros mismos los medios y modos de producción. Una forma de control por parte del movimiento popular, de la revolución comunal.
Del medio no hay escape. Sobre exponerse al medio es convertirse esclavo de esa invención. Lo contrario, lo racional en el uso del medio y la posibilidad de discernir sobre lo pragmático son elementos de una discusión a la que estamos llamados todos y todas, y mejor aún si en ese camino somos capaces de continuar construyendo medios alternativos y potenciar los ya existentes para el uso mancomunado y racional que no responda a otros intereses sino a ”los poderes creadores del pueblo”. Y allí radica la lucha por las posibilidades reales de contrahegemonía mediática: desde cualquier espacio y en cualquier formato, comunicación alternativa y sin fronteras para que los pueblos en lucha no se queden por fuera.