EE.UU. estaría dispuesto a negociar la liberación de Julian Asange

La embajadora estadounidense en Australia asegura que el Departamento de Justicia de EE.UU. trabaja en una forma resolver el caso.

Diario La Humanidad – Información de Primera

La embajadora de EE.UU. en Australia, Caroline Kennedy, insinuó sobre un posible acuerdo entre Julian Assange y la Fiscalía estadounidense, con el cual Washington pondría fin a la persecución judicial contra el fundador de WikiLeaks y permitiría su regreso a Australia.

En declaraciones al periódico The Sydney Morning Herald, la diplomática reiteró las afirmaciones de la Casa Blanca sobre la filtración de documentos clasificados en 2010 por parte de Assange y el supuesto “peligro” a la seguridad nacional.

Sin embargo, al mismo tiempo, adelantó que el Departamento de Justicia trabaja en una forma de resolver el caso.

Los partidarios de Julian Assange muestran carteles y una pancarta frente a los Tribunales Reales de Justicia en Londres – Gran Bretaña,REUTERS/Henry Nicholls

Por su parte, Gabriel Shipton, hermano de Assange, considera los comentarios de la embajadora como una muestra de la necesidad de Washington de quitarse el “problema de encima”.

No obstante, consideró imposible la idea de un viaje del australiano a EE.UU. para llegar a un acuerdo debido al riesgo que implicaría.

Las opciones legales de Assange para evitar ser extraditado del Reino Unido a territorio estadounidense pueden agotarse en un plazo de dos meses.

En junio pasado, su equipo legal presentó una nueva solicitud de apelación ante el Tribunal Superior de Londres, su última baza judicial en el país británico.

El caso de Julian Assange

Desde 2019 Assange está recluido en la cárcel de máxima seguridad en Belmarsh, Reino Unido.

Anteriormente estuvo por siete años en condición de asilado en la embajada ecuatoriana en Londres, pero el entonces presidente de la nación sudamericana, Lenín Moreno, permitió su arresto.

Washington lo acusa de la publicación de cientos de miles de páginas de documentos militares secretos y de cables diplomáticos confidenciales sobre las actividades de ese país en las guerras de Irak y Afganistán. Piden para él 175 años de prisión.

En junio del 2022, la Justicia británica aprobó su extradición a EE.UU., pero de momento la medida no se concretó por las varias apelaciones presentadas por su defensa y los reclamos de justicia por parte de la comunidad internacional y en favor de su liberación.