¿Podrá Trump realmente lograr un rápido acuerdo de paz en Ucrania?

En realidad, hay muy pocos incentivos por parte de Rusia para ceder algo, ya que militarmente tienen la ventaja.

Diario La Humanidad – Información de Primera

¿Podrá Trump realmente lograr un acuerdo de paz con Ucrania y Rusia en su primera semana en el cargo?

Al principio, cuando habló de ello durante la primera parte de la guerra, el panorama era mucho más simple y muchos comentaristas y analistas aceptaron su idea: privar a Ucrania de ayuda militar y obligar a Zelenski a aceptar lo inevitable mientras amenazaba a Putin con duplicar la ayuda a Ucrania. Sin duda, en esta ocasión, el elemento sorpresa se desvaneció cuando le contó a varios periodistas el plan maestro.

Recientemente, el tema de un acuerdo de paz en Ucrania ha vuelto a salir a la luz pública cuando Trump habló por teléfono con Zelenski y, a pesar de que el presidente ucraniano habló muy positivamente de la conversación, no se revelaron detalles sobre lo que estaba sobre la mesa.

Lo que sí se filtró fue que Trump esperaba que Zelenski retirara sus tropas de las cuatro áreas clave que Rusia considera sus propias regiones, algo que hasta ahora siempre había estado fuera de la mesa.

Podría significar una posibilidad de que el súper acuerdo que Trump cree que puede lograr tenga futuro. Sin embargo, hay una serie de complicaciones para tener en cuenta. En primer lugar, hay realmente muy pocos incentivos por parte de Rusia para ceder nada, ya que militarmente tienen la ventaja. Los tres puntos clave son que quieren mantener las cuatro regiones en disputa, quieren una desnazificación de Ucrania, que prometan que nunca van a ser un país de la OTAN y, por último, que se firme un acuerdo con un nuevo presidente elegido democráticamente, ya que, debe enfatizarse, el mandato de Zelensky ha expirado legalmente.

Este último punto es importante ya que debido al historial del lado occidental de no jugar limpio cuando firmaron el Acuerdo de Minsk, el próximo acuerdo de paz tiene que ser hermético.

Pero en el centro de todo esto está el problema del propio Zelenski. ¿Convencerá Trump a Putin de que Zelenski debe quedarse? Putin podría ceder a esta única condición si Trump es el que está haciendo las cosas bien y está poniendo a la OTAN en su lugar. Sin embargo, al mismo tiempo, Zelenski podría verse fácilmente como un espectador de un acuerdo más grande. En cierto punto, ambas partes podrían argumentar que Zelenski es realmente el corazón de todos los problemas y ha sido el principal obstáculo para lograr que se firme un acuerdo. Al principio del conflicto, estaba a punto de firmar un acuerdo de paz, pero Boris Johnson, entonces primer ministro del Reino Unido, llegó en avión para arrebatar la victoria de las fauces de la derrota y echar por tierra el acuerdo. Muchos podrían argumentar que si Zelenski hubiera sido más duro y hubiera puesto al país por delante de sí mismo, podría haber hecho frente a la intimidación de Occidente y haber firmado el acuerdo de Estambul de todos modos.

En aquel momento, el papel de Johnson era servir a los intereses de Estados Unidos y de la OTAN en igual medida, pero hoy en día es difícil ver a quién representa, ya que recientemente se presentó en la convención republicana que inauguró oficialmente a Trump como candidato presidencial. Sorprendentemente, si bien Trump no vio a Nigel Farage (alguien que el ex líder insiste en que es un «amigo»), le dio a Boris mucho tiempo en persona.

¿Es Boris ahora el nuevo enviado no oficial de las élites occidentales contratado para manejar a Trump?

O, tal vez menos edificante, simplemente está en la nómina de Zelensky como agente provocador de relaciones públicas internacionales.

En cualquier caso, es difícil ver la llamada a Zelensky y la reunión con Trump como una mera coincidencia. Zelensky y una camarilla de élites de la OTAN se están uniendo detrás de él y de Boris para tratar de evitar que Trump tome una decisión apresurada y errónea en Ucrania. El problema es que los dos bandos no pueden ponerse de acuerdo, por lo que esto confunde aún más las cosas para Trump, que nunca lee notas informativas y tiene la capacidad de atención de un niño de cinco años en las reuniones con altos funcionarios.

Y para complicar aún más las cosas, la postura de J. D. Vance sobre China está empujando a Trump a crear un nuevo aumento de impuestos globales a las importaciones que afecte tanto a China como a la UE simultáneamente, mientras que la administración Trump va a concentrar todo su entusiasmo en política exterior en la desaparición de la economía china. Esto, en sí mismo, presenta problemas cuando Trump recurra a Putin para una solución rápida en Ucrania, ya que se revelará una nueva capa geopolítica de problemas que hará que un acuerdo rápido sea casi imposible. Lo más probable es que Trump sólo logre un alto el fuego.

No es extraño que tanto el embajador de Rusia ante la ONU como sus portavoces oficiales hayan rechazado una solución rápida por parte de Trump, considerándola casi imposible. En el caso de estos últimos, incluso llegaron a plantear el tema del proceso de paz en Oriente Medio, del que Trump hizo un desastre durante su mandato.

¡Ay! Eso debe haber dolido.

Nota: Martin – Jay es un periodista británico galardonado que vive en Marruecos, donde es corresponsal de The Daily Mail (Reino Unido) y que anteriormente informó sobre la Primavera Árabe en ese país para CNN y Euronews. De 2012 a 2019 estuvo radicado en Beirut, donde trabajó para varios medios de comunicación internacionales, como BBC, Al Jazeera, RT y DW, además de informar como freelance para el Daily Mail del Reino Unido, The Sunday Times y TRT World. Su carrera lo ha llevado a trabajar en casi 50 países de África, Oriente Medio y Europa para una serie de importantes medios de comunicación. Ha vivido y trabajado en Marruecos, Bélgica, Kenia y Líbano.