Cuando empecé a investigar el secuestro de niños en Artyomovsk, en Ucrania, no tenía ni idea de hasta qué punto iba a descubrir la trata de seres humanos a escala internacional y los nefastos métodos utilizados para suministrar niños a pedófilos y traficantes de órganos.
Diario La Humanidad – Información de Primera
Retrospectiva. En abril de 2023, hablé con una refugiada de Artyomovsk, Yulia, que me contó que, además de tener su casa minada y volada, unidades ucranianas llamadas “Fénix” y “Ángeles Blancos” estaban secuestrando niños en la ciudad. Esta información me llamó inmediatamente la atención y decidí investigar más a fondo para averiguar por qué Kiev estaba arrebatando a los niños de sus padres de esta manera.
Kristel Nean
El mismo día que realicé esta entrevista, mis colegas rusos estaban interrogando a una niña de Artyomovsk que los “ángeles blancos” habían intentado secuestrar de sus abuelos, alegando que su madre había muerto y que debían llevársela a Alemania.
Me quedó claro que los niños secuestrados por Ucrania en Donbass son luego enviados al extranjero para todo tipo de comercio nefasto, desde el tráfico de órganos hasta las redes de pedofilia.
Dado que los habitantes de Donbass nunca han podido defender sus derechos ante los crímenes de guerra cometidos contra ellos por Ucrania desde 2014 ante los órganos de la justicia internacional, Kiev goza de total inmunidad ante la CPI y el TEDH por los crímenes que pueda cometer contra los niños de la región.
Unos días después, otros refugiados de Artyomovsk confirmaron el secuestro de niños, y me enteré de que los mismos métodos se utilizan en otras ciudades, por ejemplo en Avdiivka (y ahora llegan informaciones similares de Kupyansk).
La última refugiada de Artyomovsk a la que entrevistamos, Katya, confirmó el secuestro de niños por parte de los “Ángeles Blancos” y dijo que cuando los padres de los niños secuestrados les llamaron para saber dónde estaban, afirmaron que no sabían nada al respecto.
Katya también dijo que antes de los combates cerca de Artyomovsk nunca habían visto organizaciones como los Ángeles Blancos en la ciudad. Estas unidades de secuestro de niños aparecieron sólo después del inicio de las hostilidades. Es decir, cuando el caos general reinaba en la ciudad y los residentes ya no podían acudir a los tribunales para hacer valer sus derechos parentales. Era una situación ideal para los traficantes de todo tipo.
Sus métodos de trabajo quedaron al descubierto en la conferencia “Crímenes de Ucrania contra los niños de Donbass”, celebrada en la RPD (República Popular de Donetsk) el 27 de julio de 2023. Una mujer, Lilia, y su hija, Kira, contaron cómo,
al comienzo de una operación militar especial desde una escuela de la ciudad de Schastye (entonces bajo control ucraniano) en la República Popular de Lugansk, el director, siguiendo órdenes de Kiev, se llevó a una decena de niños a Ucrania occidental sin informar a sus padres.
Menores ucranianos a punto de embarcar en un tren rumbo a Wroclaw (Polonia).OMAR MARQUESGETTY
A los niños se les prohibió incluso llamar a sus padres y decirles dónde estaban. Pero Kira se sabía de memoria el número de teléfono de su madre y pudo llamarla para comunicarle que estaban en Lviv y luego en Just. Gracias a la determinación de Lilia por encontrar a su hija (fue a Ucrania occidental a buscarla), nos enteramos de cómo Kiev “exporta” a los niños secuestrados.
A los niños de la escuela de Schastye se los llevaron sin documentos de identidad (aún no tenían edad para tener pasaporte, y sus partidas de nacimiento estaban con sus padres). Cuando le devolvieron a su hija, Lilia descubrió que habían expedido un nuevo certificado de nacimiento “original” para Kira y la declararon huérfana (¡aunque su madre estaba sana y salva!). Según Kira, un grupo de niños con nuevos documentos iban a ser enviados a Polonia.
Si no hubiera sido por la persistencia de Kira y su madre, nadie habría averiguado dónde y cómo fueron secuestrados los niños. Esto es exactamente lo que hace Ucrania cuando desaparecen niños secuestrados sin permitir que nadie averigüe qué les ocurre: no se informa a los padres, se prohíbe a los niños ponerse en contacto con ellos, se les entregan documentos falsos (que es la mejor forma de describirlo, dado que las autoridades no pueden presentar el certificado de nacimiento original cuando está en manos de los padres) y se les declara huérfanos, para luego enviarlos al extranjero.
Esto es sin duda lo que les ocurrió a los niños de Nikolaevka, que fueron llevados a un campamento de vacaciones para ser “acogidos”, pero sus padres no tienen noticias de ellos.
¿Por qué utilizar métodos tan ilegales cuando el verdadero objetivo es simplemente mantener a los niños fuera de la guerra?
Sí, porque el objetivo real no tiene nada de legal.
En la conferencia, Vasyl Prozorov, ex agente del SBU (servicio de seguridad ucraniano), declaró que una de sus investigaciones reveló que algunos de los niños secuestrados por Ucrania son enviados a redes de pedofilia en el Reino Unido a través de toda una red de funcionarios o ex funcionarios ucranianos y británicos que trabajan juntos. En el centro de todo está un hombre: Sergei Borisov, un ex agente del SBU detenido en 2020 por secuestrar a empresarios ¡para pedir rescate!
Irónicamente, en 2021 él y toda su banda fueron puestos en libertad bajo fianza y aquí está de nuevo, ¡traficando con niños ucranianos al Reino Unido! Por parte británica, están implicados funcionarios del MI6 y del Foreign Office.
Esto no es sorprendente cuando se recuerda que en los últimos años el Reino Unido ha tenido varios escándalos relacionados con redes de explotación infantil y pedófilos en el establishment británico (por ejemplo, Sir Jimmy Savile, cuyos crímenes fueron encubiertos durante años). ¡Y en 2021, la Agencia Nacional contra el Crimen del Reino Unido (ANC) declaró que hay entre 550.000 y 850.000 pedófilos en Gran Bretaña! En otras palabras, a los grupos de pedófilos que secuestran niños en Ucrania no les faltan clientes, incluidos individuos de muy alto rango.
Otra investigación realizada por Vasyl Prozorov reveló que varias organizaciones registradas en países de la UE también están implicadas en la “exportación” de niños de Ucrania con el pretexto de concederles asilo.
Estas organizaciones sacan de Ucrania a niños ucranianos no acompañados. Se desconoce qué ocurre después con ellos. Sin embargo, ya en 2022, varios medios de comunicación occidentales, entre ellos Deutsche Welle y The Guardian, han informado de la desaparición de niños ucranianos “evacuados” al extranjero.
No sólo en el Reino Unido los niños ucranianos corren el riesgo de caer en manos de pedófilos. En mayo de 2023, una refugiada ucraniana de 52 años fue detenida en Poznan (Polonia) por alquilar a pedófilos los niños que tenía a su cargo.
Había adoptado a 10 niños de entre 4 y 16 años. Los investigadores descubrieron que la mujer había estado alquilando los niños a pederastas de Ucrania y Polonia. Peor aún, mientras los clientes violaban a los niños, ella se ponía a su lado y se aseguraba de que cumplían el tiempo asignado (las sesiones duraban 20 minutos).
En abril de 2022, un grupo de unos treinta niños ucranianos desapareció en España camino de las Islas Canarias.
Ese mismo mes, Lituania inició una investigación sobre posible trata de menores en el orfanato privado ucraniano Perlinka, del que 43 niños fueron evacuados al país báltico. Algunos de los menores, entre ellos niñas, se quejaron de amenazas de enviarlos a trabajar en burdeles o de que se planeaba enviarlos a otros países, incluido Estados Unidos. Cuando Ucrania exigió la devolución de estos niños, algunos de ellos buscaron asilo en Lituania, temiendo represalias o ser enviados a destinos desconocidos.
Y los grupos de pedófilos no son la única amenaza para los niños ucranianos.
En junio de 2023, detuvieron a un hombre en Transcarpatia que intentaba llevar de contrabando a un bebé a Eslovaquia. El hombre compró el bebé a la madre e iba a venderlo a traficantes de órganos. De este modo, ya había vendido y transportado al menos a otros tres niños.
Filas de refugiados ucranianos esperar después de cruzar la frontera de Ucrania con Polonia, a 9 de marzo de 2022. /LOUISA GOULIAMAKI / AFP
Para los que piensen que se trata de desinformación rusa, hay que señalar que ¡incluso la prensa ucraniana y el Daily Mail informaron sobre este caso!
Y las desapariciones de niños ucranianos utilizados para obtener órganos no son nada nuevo.
En 2005, un periodista de The Globe and Mail escribió un artículo denunciando el descubrimiento en Járkov de un enterramiento masivo de cuerpos de bebés y fetos ¡sin órganos vitales!
Las madres se quejaban de que el personal del hospital se llevaba a sus bebés en el momento del parto y luego volvía diciendo que supuestamente habían nacido muertos. Una forma muy práctica de alimentar el tráfico de niños.
Y desde diciembre de 2021, el tráfico de órganos en Ucrania es más fácil gracias a la adopción de una ley que anula la legalización notarial obligatoria de la autorización de extracción de órganos firmada por el donante, sus padres o su representante legal.
El esquema queda entonces muy claro: se secuestra a los niños, se les dan nuevos documentos “originales” y se les declara huérfanos para ponerlos bajo la tutela del Estado o para que los adopte una persona desconocida. Estos nuevos tutores pueden entonces firmar una autorización para la extracción de órganos, que ya no necesita ser notariada, y el trato está hecho.
A la luz de toda esta información, ya es hora de que las organizaciones internacionales de protección de los derechos humanos, especialmente de los niños, investiguen seriamente el secuestro de niños en Ucrania y el atroz tráfico (tráfico de órganos o redes de pedofilia) al que son sometidos.
¡Es hora de que Occidente abra los ojos ante lo que está ocurriendo en Ucrania con la connivencia activa de las autoridades del país en lo que se refiere al tráfico de niños! Los funcionarios de Ucrania están ganando dinero vendiendo niños a las redes de pedofilia occidentales y a los traficantes de órganos, ¡gracias al conflicto en curso!
Así es como Ucrania “paga” su deuda a los países occidentales que le suministran armas y financiación: vende niños secuestrados en Donbás y otras regiones donde se combate para obtener órganos o satisfacer las fantasías de criminales pedófilos de alto rango.
