Nota: Marcelo Silva – La Paz – Bolivia

A esta altura del año en 2019 se escuchaban en voz baja las mismas cosas que escuchamos hoy, se reprodujeron por Redes Sociales y todo quedó en especulación. Sin embargo, el 10 de noviembre, en medio del descanso del domingo la gente no salía de su asombro por la renuncia de Evo Morales y el inicio de una serie de acciones, todas ellas inesperadas. 

Una señora se autonombra presidenta sin tener el aval de la Asamblea Legislativa en una sesión sin quórum al no poder asistir los diputados del Movimiento Al Socialismo (MAS), que eran la mayoría de los parlamentarios, por falta de garantías para su seguridad. Días después el ejército reprime y asesina a más de 30 personas en 2 movilizaciones contra el gobierno auto nombrado y apoyado por las fuerzas militares.

Hoy en día circulan los mismos rumores, pero con algunos otros protagonistas y no queremos que  nos sorprendan otra vez como lo hicieron en aquel entonces..

Muchos analistas políticos internacionales señalan que se quiere dar nuevamente un golpe a la democracia y a la institucionalidad de Bolivia. 

Hay varias señales, como por ejemplo:

– Se reportan informes de mercenarios extranjeros entrando por las fronteras, especialmente la de Chile, incluso se habla de “guarimbas” al estilo que usa la derecha en Venezuela, que son conocidas por ocasionar hechos de violencia en ese país.

– Se habla de provocar “falsos positivos” es decir auto atentados contra autoridades o personas conocidas para luego acusar de esos hechos al MAS, partido de Evo Morales,  que ahora lidera  el candidato Luis Arce  perfilándose como un seguro ganador de las próximas elecciones presidenciales. En esa línea, fue muy sospechosa la declaración del actual Ministro de Gobierno Arturo Murillo, feroz anti-masista, quien convocó a conferencia de prensa para informar de un supuesto secuestro de policías en la zona del Chapare (reducto de Evo Morales) sin ninguna prueba ni dato. Es decir, cuando los periodistas quisieron detalles, no supo explicar ni nombres de los supuestos policías secuestrados, lugar del hecho, circunstancias, etc. Dejando en claro que se trataría de un hecho falso o “falsa bandera”, pues la principal intención del ministro que maneja la policía era insistir que “el MAS está detrás de ese secuestro” y cosas por estilo. Esto coincide con otros informes que indican que como parte del plan de generación de violencia es generar conflicto en el Chapare, buscando pretextos para intervenir con la policía y el ejército.

– Ataque a hoteles. Otra información preocupante, es que en la misma línea, podrían provocarse atentados terroristas en los hoteles donde se alojen las principales autoridades extranjeras que vendrán como observadores a los comicios. Esto con el fin de que se genere una situación de inexistencia de garantías y sean un pretexto para que no se lleven a cabo las elecciones.

– Ataque a la fiscalía en sucre. Desde hace varias semanas grupos violentos se han trasladado a Sucre, sede del Poder Judicial en Bolivia para pedir la destitución del Fiscal General, Juan Lanchipa, a quien los grupos de extrema derecha acusan de ser funcional al MAS, por negarse a dar curso a los procesos judiciales sin fundamento que se han hecho contra gente vinculada al MAS como parte de una persecución política. Gente de la “Resistencia Juvenil Cochala” y “La unión juvenil cruceñista” (famosos grupos violentos de choque de la derecha en Bolivia) están provocando disturbios y acoso permanente en esa ciudad.

– insistir en el fraude, sin aportar ningún tipo de pruebas  ni elementos de convicción, coincidiendo con la fecha de las elecciones, las autoridades del gobierno de facto otra vez están hablando del supuesto fraude del año pasado, sólo con el objetivo de llamar la atención de incautos para justificar otro ataque contra el  MAS.

– Desaparición de material bélico de la Armada. En los últimos días se conoció la desaparición de armas de cuarteles de la Armada Boliviana, que en el mismo marco conspirativo iría dirigido a los hechos de violencia que se quieren generar.

– Ataques y supuestos ataques al Tribunal Electoral en Santa Cruz, donde su presidente, Saúl Paniagua es un franco pro derechista, quien parece estar presentándose al juego conspirativo, con declaraciones fuera de lugar, renuncia y vuelta al cargo, etc, etc. Recordemos que este personaje fue el primero en impulsar la postergación de las elecciones en dos oportunidades, cuando también se veía una clara posibilidad del MAS de ganar en primera vuelta.

Así  en resumen apenas algunos de los elementos conspirativos del gobierno de facto de Bolivia contra la democracia. El desafío para las fuerzas populares no es solo  ganar las elecciones y con la fuerza suficiente para hacerlo en primera vuelta, sino que  es estar prevenidos y atentos para informar al momento de los  posibles hechos de violencia que, como el año pasado, tengan el fin de suprimir las elecciones negando de nuevo el derecho democrático al pueblo, generando una nueva postergación de las elecciones,una “nueva” instauración de un gobierno defacto con civiles y militares o un fraude en los conteos que robe la voluntad popular, son los peores escenarios para los cuales la población debe estar preparada y bien dispuesta para defender la democracia..

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Foto: Policías chocan con la movilizacion campesina / EFE

Los articulos del diario La Humanidad son expresamente responsabilidad del o los periodistas que los escriben

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