Balcanización regional de las vacunas por Estados Unidos y Gran Bretaña (Por Alfredo Jalife-Rahme)

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Nota: Alfredo Jalife-Rahme – Analista internacional, médico, profesor, conferencista y periodista   – Mexico

El maratón para posicionarse en el top ten de las vacunas globales contra el Covid-19 refleja la tripolaridad entre Rusia, China y el eje anglosajón de EU/Gran Bretaña (GB), que se hallan luchando por el liderazgo de la “fase 3”.

Sin meterme al ranking muy sesgado de la OMS –controlada por la controvertida Fundación Bill & Melinda Gates y el proyecto hegemónico anglosajón de la vulgar bursatilización GAVI/Covax ()– baste colocar a la célebre vacuna rusa Sputnik V y a las tres chinas en los primeros sitiales (CanSino, Sinopharm y Sinovac), al unísono de otras tres de EU, donde la de Johnson & Johnson, que ostenta la ventaja competitiva de inocular una sola dosis (https://on.wsj.com/3j4ZbDu), ha dejado atrás a las de Moderna y Pfizer/BioNTech de Alemania. Inovio, de Bill Gates, ha quedado muy rezagada.

En lugar de cooperar –como lo han expresado tanto el zar Vlady Putin como el mandarín Xi Jinping– hoy las tres vacunas competitivas de EU se han encaminado más a una balcanización regional, donde pesarán mucho las presiones interesadas del gobierno estadunidense que ha perdido su liderazgo en el top ten del Big Pharma, donde China irrumpió en el primer lugar ().

La balcanización anglosajona carece de futuro práctico, ya que por su cronograma publicitado de entrega selectiva de sus dosis, no podrá satisfacer las necesidades de más de 7 mil 600 millones de humanos. Sea quien fuere el consagrado descubridor, su fabricante, y su mercantilista distribuidor, es imposible que un sólo país cumpla las necesidades de todas las naciones que propende a una balcanización regional de las vacunas por las tres superpotencias Rusia-China-EU.

Será entendible que las naciones que cuenten con tratados comerciales con cada una de las tres superpotencias se tengan que adaptar a las exigencias darwinianas de sus socios mayores.

Más allá de la imperativa protección primaria de los profesionales de la salud, un enorme defecto de su próxima distribución beneficiará primero a los pudientes, antes de los desposeídos.

Hoy el mayor inversionista es Biomedical Advanced Research and Development Authority (BARDA) de EU () que ha financiado a las vacunas anglosajonas con 10 mil millones de dólares.

Según Deutsche Bank, “GB ha invertido el mayor y el más diversificado portafolio (sic) de vacunas, cuando se mide per cápita” y “ha preordenado más de cinco dosis (sic) por ciudadano con seis vacunas candidatas líderes” –¿Un secuestro o hipoteca farcomacológica de cinco años por ciudadano?–, mientras otros países ricos (sic) del G-7 y la anglósfera, 13 por ciento de la población mundial, han comprado más de la mitad de las dosis prometidas, según Oxfam.

Financial Times (23/9/20), dolido por el segundo tropiezo de AstraZeneca (), comenta que “nueve vacunas de 300 candidatas se encuentran en la fase 3, con algunas esperando (sic) la aprobación este año de su uso por emergencia” (sic).

Se detecta que FT no desecha aún “el uso por emergencia de la vacuna británica, cuyas pruebas clínicas han sido suspendidas en EU”.

Sin tapujos, FT confiesa el “objetivo pragmático” (sic) –que no totalmente preventivo o curativo– de las infecciones “sintomáticas (sic) del Covid-19”, como es el caso de AstraZeneca, Moderna, Pfizer/BioNTech y Johnson & Johnson.

Lo que busca AstraZeneca, según su investigador Andrew Pollard, es que “una vacuna impida que la gente sea admitida en los hospitales, vaya a los cuidados intensivos o se muera”. ¡Qué clase de vacuna tan “pragmática”!

Sólo la vacuna estadunidense Johnson & Johnson y la china CanSino experimentan una dosis de inoculación única, mientras que las otras siete contemplan dos dosis que sólo otorgarán una “inmunidad por un año”.

Ha resultado ominosa la bursatilización de las vacunas y su Big Pharma a la que sucumbió nada menos que sir Patrick Vallance, principal asesor científico de GB, quien fue atrapado con más de 43 mil acciones por un valor de 764 mil 445 dólares de la trasnacional farmacéutica británica GlaxoSmithKline (). ¡Qué bonito!

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Alfredo jalife.com

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Los articulos del diario La Humanidad son expresamente responsabilidad del o los periodistas que los escriben

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