Italia condena agresión de Estados Unidos a Venezuela: Amenaza militar en el Caribe viola derecho internacional
La diputada Stefania Ascari y expertos como el exvicesecretario de la ONU Pino Arlacchi exigen el cese de las maniobras militares estadounidenses, denunciando que son un acto de coerción ilegítimo y un peligro para la paz en América Latina.
Nota: Diario La Humanidad – Alfonso Ossandon
Corresponsalía – Milano – Italia
En un contundente llamado desde el parlamento italiano, se calificó la escalada militar de EE.UU. en el Caribe como una agresión a Venezuela que viola la Carta de la ONU. Figuras como Pino Arlacchi y el jurista Maurizio Dioguardi desmontan la justificación estadounidense, señalando que no hay amenaza previa ni autorización del Consejo de Seguridad. Este análisis exclusivo de Alfonso Ossandon profundiza en la denuncia de la doctrina de autodefensa preventiva como un crimen contra la paz y la firme postura de Italia y sus asociaciones pacifistas para defender la soberanía venezolana.
Italia dice no a la agresión de Estados Unidos contra Venezuela
La diputada italiana Stefania Ascari ha dejado en claro lo que muchos debían decir sin ambigüedades: cualquier agresión militar de Estados Unidos contra Venezuela es inaceptable y debe ser condenada sin reservas. Desde la Cámara de Diputados en Roma, Ascari denunció que las maniobras militares estadounidenses en el Caribe constituyen una amenaza directa contra un Estado soberano, violan la Carta de las Naciones Unidas y ponen en riesgo la paz y la estabilidad de toda América Latina. No existe justificación alguna para estas acciones: no hay amenaza, ni ataque previo, ni autorización internacional. Lo que estamos viendo es un acto de agresión planificado que debe ser rechazado frontalmente.
Ascari recordó que el derecho internacional es explícito: ninguna fuerza armada puede operar contra un país independiente sin autorización del Consejo de Seguridad de la ONU o sin la existencia de un ataque previo. Nada de esto se cumple en el caso de Venezuela. Por ello, la diputada exigió que el gobierno italiano actúe con firmeza diplomática para detener la escalada militar y exigir respeto absoluto a la soberanía venezolana. Subrayó que la paz no puede construirse con amenazas navales, sino con diálogo, legalidad y reconocimiento de la autodeterminación.
El respaldo a esta denuncia fue inmediato y contundente por parte de expertos invitados al encuentro parlamentario. El sociólogo y exvicesecretario general de la ONU, Pino Arlacchi, afirmó que Estados Unidos está involucrado en una escalada injustificada que viola de manera evidente la Carta de las Naciones Unidas. Para Arlacchi, la presencia militar estadounidense cerca de las costas venezolanas no tiene nada de disuasiva: es una provocación abierta que busca presionar políticamente a un país que no ha cometido agresión alguna. El académico añadió que la narrativa construida en torno a Venezuela no solo es falsa, sino funcional a la preparación de intervenciones encubiertas bajo supuestas causas humanitarias o de seguridad.
También el periodista Fabrizio Casari fue categórico al denunciar que Washington utiliza el argumento del narcotráfico como excusa para justificar un despliegue militar que responde a intereses geopolíticos y estratégicos, no a la lucha contra el crimen organizado. La militarización del Caribe es un acto de coerción que vulnera la soberanía venezolana y constituye un precedente peligroso para la región. Casari dejó claro que Europa, y en particular Italia, no puede permanecer pasiva ante la amenaza de un conflicto impuesto desde Washington.
El jurista Maurizio Dioguardi ofreció un análisis contundente desde la perspectiva legal. Explicó que las doctrinas manipuladas para justificar intervenciones militares, como la autodefensa preventiva, carecen de validez jurídica y han sido reiteradamente rechazadas por tribunales y especialistas. Para Dioguardi, no existe ningún escenario legal que permita el despliegue militar estadounidense contra Venezuela. Subrayó que cualquier uso de la fuerza sin autorización multilateral constituye un acto de agresión, considerado el crimen más grave contra la paz internacional. En sus palabras, la agresión no se discute ni se matiza: se condena. Y así debe hacerlo la comunidad internacional.
La condena a la agresión estadounidense se extiende más allá de la Cámara de Diputados. Asociaciones italianas vinculadas a la solidaridad internacional, al movimiento pacifista y a la defensa de la legalidad han manifestado de manera contundente su rechazo absoluto a cualquier intervención militar en Venezuela. La Asociación Italia-Cuba, entre otras organizaciones, ha alertado que la presencia militar estadounidense es una amenaza directa e ilegal, subrayando que ninguna potencia extranjera puede imponer su voluntad mediante la fuerza. Peticiones ciudadanas, manifiestos y declaraciones en redes sociales exigen al gobierno italiano que adopte una postura firme y clara: defender la soberanía venezolana es un deber político y moral.
Italia no puede permanecer neutral ante esta amenaza. La comunidad italo-venezolana, los ciudadanos comprometidos con la paz y los movimientos sociales esperan que las autoridades actúen con determinación para impedir que la escalada militar de Estados Unidos se concrete. La agresión no es una posibilidad abstracta: es un acto real de coerción que viola normas internacionales y que puede desencadenar consecuencias graves para toda la región. La única respuesta correcta es la firme condena y la acción diplomática decidida para frenar cualquier intento de intervención.
El mensaje que emana de la voz de Stefania Ascari y de todos los expertos y organizaciones que se han sumado es contundente: la soberanía de Venezuela debe ser respetada, la paz debe ser defendida y cualquier agresión de Estados Unidos debe ser rechazada sin titubeos. Italia tiene la responsabilidad histórica y política de alzar la voz, no de relativizar la amenaza. En este momento, la claridad es imperativa: no hay excusas ni medias tintas. La agresión estadounidense es un acto inaceptable y su condena debe ser unánime.
Venezuela no está sola. Desde Italia, una comunidad de parlamentarios, expertos, ciudadanos y organizaciones solidarias ha dejado un mensaje firme y claro: ningún país tiene derecho a amenazar o intervenir a otro mediante la fuerza. La paz se sostiene en la soberanía, la autodeterminación y el respeto al derecho internacional. Italia, siguiendo esta línea, debe continuar liderando con firmeza la defensa de estos principios, dejando en claro que cualquier agresión de Estados Unidos contra Venezuela será siempre inaceptable y repudiada.
Corresponsalía Milano / Alfonso Ossandón Antiquera / © Diario La Humanidad
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