Ucrania, BlackRock y el Donbás: la guerra por los minerales estratégicos tras el fracaso de Zelensky

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Alfredo Jalife – Derrotas militares, tensiones geopolíticas y el retorno de Larry Fink revelan el verdadero trasfondo económico del conflicto entre Rusia, Estados Unidos y Ucrania

Nota: Alfredo Jalife – Analista Político Internacional

México

Tras las caidas en los territorios de Pokrovsk y Siversk, el conflicto en Ucrania entra en una fase crítica marcada por el control financiero de daños y la disputa por los minerales estratégicos del Donbás. Mientras Donald Trump avanza en un acercamiento geopolítico con Rusia y prepara una visita clave a China, reaparece Larry Fink, CEO de BlackRock, para intentar rescatar una inversión multimillonaria fallida. La guerra en Ucrania, más allá del discurso bélico, expone una lucha global por recursos naturales, poder financiero y reconfiguración del orden mundial.

Después de la doble derrota en Pokrovsk y ahora en Siversk del ilegal y dictatorial “presidente”, el comediante jázaro Zelensky, en medio del tectónico acercamiento de Trump con Rusia –mediante la “estabilidad estratégica ”– y de su próxima visita a Beijing, el contencioso ucranio entró a una fase de control financiero de daños, donde reaparece la sombra del globalista, también jázaro, Larry Fink (LF), para solventar o maquillar la fallida inversión financiera de BlackRock.

Ha sido originalidad de Bajo la Lupa exhibir el proyecto simbiótico de la “Gran Jazaria ” con el “Gran Israel”, mediante la polémica secta Jabad Lubavitch-Chabad del rabino neoyorquino de origen ruso Menachem Mendel Schneerson, cuyo fervor talmúdico coaligó al ex ministro de Defensa, el general Ariel Sharon, al primer israelí Benjamín Mileikowsky (alias Netanyahu), a Zelensky y al presunto jázaro críptico Milei, presidente de Argentina, a grado tal que el mismo Zelensky confesó que su bélico modelo neo talmúdico es el del “Gran Israel ” de Netanyahu.

El gobierno dictatorial del jázaro Zelensky representa a la nano minoría de israelíes –que constituye del 0.5% al 1%, dependiendo de quien haga las estadísticas, de la población total– cuya aplastante mayoría pertenece a la religión ortodoxa de la etnia de los eslavos –¡la más numerosa de Europa!– que representa 72% (¡megasic!) y está dividida entre el patriarcado “autocéfalo” nacionalista de Kiev y el patriarcado de Moscú. El restante de la población, constituida por católicos, proviene de migraciones de Hungría y Polonia.

La disputada región del Donbás–superficie de 53 mil km2 que reúne a las provincias de Donetsk y Lugansk: 9% del total de Ucrania– es genuinamente rusófila/rusófona y de religión ortodoxa.

Más que nada: es la región más rica y funcional de toda Ucrania, pletórica de tierras raras, minerales estratégicos (además de carbón y hierro, y grandes reservas de litio) con su “escudo cristalino” bajo el mar de Azov , y la región agrícola más fértil de Europa, donde destaca su suelo negro chernozem . Nada menos que el pugnaz cuan locuaz senador republicano Lindsey Graham, durante la presidencia de Biden, afirmó que “Ucrania es una mina de oro con 12 millones de millones (trillones en anglosajón) de minerales que no debemos darnos el lujo de perder”, por lo que reclamó “prevenir a Rusia y China de tener acceso estratégico a tales recursos naturales”.

Por demás ilustrativo resultó que LF, mandamás de BlackRock, quien hoy jefatura al mismo tiempo al globalista Foro Económico Mundial de Davos, sentenciara sin sustento que la invasión de Rusia a Ucrania “puso fin a la globalización que experimentamos en las pasadas tres décadas”.

LF podrá manejar más de 12 millones de millones de dólares, pero no sabe nada de geopolítica, y mucho menos de geoestrategia,cuando la globalización inició su ineluctable caída libre desde 2007, como adelanté en mi libro Hacia la Desglobalización”, que asentó sus reales con la quiebra de Lehman Brothers en 2007/2008. Ya desde hace dos años BlackRock, JPMorgan-Chase (feudo del grupo Rockefeller/Kissinger) y la consultora McKinsey (contratista de la CIA) se frotaban las manos para una alucinatoria derrota de Rusia y un “fondo de reconstrucción” para Ucrania por más de 400 mil millones de dólares”.

No fue nada casual que ahora aparecieran juntos cuatro jázaros en las negociaciones de “paz (sic)” financieristas en Ucrania: LF de BlackRock, Zelensky, y los dos enviados de Trump: Steve Witkoff y Jared Kushner, según Bloomberg, uno de los principales portavoces de los globalistas jázaros.

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Nota: Alfredo Jalife

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Los artículos del diario La Humanidad son expresamente responsabilidad del o los periodistas que los escriben.

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