Saif al-Islam Gadafi
camina junto a su pueblo y el espíritu de su padre

Después de años de crisis que han sumido a Libia en el caos político, económico y social, el regreso de Saif al-Islam Gaddafi a la escena política marca un punto de inflexión crucial.
NOTA: Corresponsalía Milano
Milano – Italia
La aplastante victoria de Saif al-Islam Gaddafi en las elecciones municipales ha consolidado su posición como una figura clave para muchos libios, quienes ven en él la posibilidad de un futuro más estable y próspero. Desde la caída del gobierno legítimo de Gadafi en 2011, el país ha enfrentado una serie de conflictos armados, divisiones políticas y una grave crisis económica, resultado de una campaña internacional liderada por potencias occidentales, en particular Francia, que, enarbolando la bandera de la democracia, promovieron la intervención militar que desestabilizó al país.
El papel de los globalistas franceses y otras facciones occidentales fue determinante en el deterioro de Libia, apoyando a grupos insurgentes que contribuyeron al colapso del estado. El proceso culminó con el asesinato brutal de Muammar Gadafi, transmitido casi en directo desde la sala situacional en Washington, un evento que, lejos de representar un triunfo, convirtió a Gadafi en mártir para amplios sectores de la sociedad libia y mundial.
La brutal ejecución caló profundamente entre los libios, inspirando un sentimiento emancipatorio que sigue siendo una fuerza motriz detrás del apoyo a Saif al-Islam, quien hoy representa ese vínculo entre pasado y futuro.
Saif al-Islam, hijo de Muammar Gadafi, combina su legado con una visión reformista que durante el mandato de su padre fue clave en proyectos de modernización política y transparencia. Estas iniciativas, que enfrentaron resistencias tanto internas como externas, son la base de su programa Libia del futuro, que propone reconstruir las instituciones estatales sobre principios de justicia e igualdad, eliminando la corrupción y el clientelismo que han marcado la última década. Su enfoque incluye revitalizar la economía, garantizar la seguridad y fortalecer el estado de derecho, con el objetivo de recuperar la soberanía de Libia y restaurar su lugar en la comunidad internacional.

El apoyo popular a Saif al-Islam, alimentado por la nostalgia del período anterior a 2011, refleja un rechazo al caos que sigue aquejando al país, consolidándolo como una figura capaz de unificar diversas facciones bajo un proyecto nacionalista. Este respaldo se ha visto reforzado por el rechazo a las potencias extranjeras, que, según muchos, traicionaron a Libia en 2011 y siguen influyendo en la política interna del país.
A pesar de los desafíos de fragmentación política y regional, y la necesidad de reconstruir infraestructuras esenciales, Saif al-Islam tiene claro que su misión es transformar Libia, fortalecer la ley y la justicia, y promover la reconciliación nacional. Con su reciente victoria en las elecciones municipales, Saif al-Islam ha demostrado que cuenta con el respaldo necesario para liderar un cambio profundo.
Su regreso no solo simboliza la posibilidad de una solución a la crisis, sino también el renacimiento de una visión de unidad y desarrollo que los libios anhelan, convirtiéndose en un símbolo de esperanza en un período de incertidumbre. Aunque el camino será largo y desafiante, su visión de estabilidad y prosperidad resuena con un pueblo que ansía recuperar su soberanía y bienestar, y Saif al-Islam emerge como la figura que podría guiar a Libia hacia ese futuro.
Fuentes de apoyo: Ahmed Farhat – FocusOnAfrica
Corresponsalía Milano / Alfonso Ossandón Antiquera / © Diario La Humanidad
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