Gladys Marín: A 20 años de su partida

Este 6 de marzo de 2025 se cumplen 20 años de la partida de Gladys Marín , la histórica dirigente comunista que dedicó su vida a la lucha contra la explotación y la opresión en Chile.
NOTA: Andrés Silva, Diario la Humanidad
Montevideo, Uruguay
Su legado resuena con más fuerza en este 8 de marzo , cuando miles de mujeres en todo el mundo salen a las calles para exigir justicia y dignidad, mientras en Chile el gobierno de Gabriel Boric, lejos de honrar la lucha de mujeres como Gladys Marín, se ha convertido en un administrador servil del neoliberalismo y un aliado del fascismo global.
Gladys Marín no fue solo una figura emblemática de la resistencia contra la dictadura de Augusto Pinochet. Fue Secretaria General del Partido Comunista de Chile (PCCh), una luchadora incansable por el socialismo y la justicia social, y una de las principales voces contra las falsas transiciones democráticas que solo sirvieron para perpetuar el modelo neoliberal impuesto por la dictadura. A diferencia de los políticos actuales, nunca cedió a la tibieza ni a los pactos con la burguesía.

A 20 años de su muerte, contraponer su legado con la actual administración de Boric no solo es necesario, sino urgente. Mientras Gladys Marín combatía al fascismo en todas sus formas, Boric ha decidido aliarse con los nuevos rostros del nazismo mundial, alineándose con los regímenes más reaccionarios de la actualidad, desde el sionismo genocida en Palestina hasta el neonazismo ucraniano.
Gladys Marín: el ejemplo de una mujer inquebrantable
Desde su juventud, Gladys Marín entendió que la lucha por los derechos de las mujeres estaba intrínsecamente ligada a la lucha de clases y al socialismo. Como Secretaria General del PCCh , fue una de las voces más firmes contra el imperialismo y la explotación capitalista.
Su participación en la Unidad Popular, su resistencia férrea contra la dictadura y su compromiso con la lucha revolucionaria la convirtió en un referente para el movimiento popular chileno y latinoamericano. A diferencia de quienes se conformaron con una democracia pactada con los herederos de Pinochet, Gladys Marín denunció el carácter fraudulento de la «transición» y nunca renunció a la idea de una sociedad socialista.
En el contexto de este 8 de marzo , su figura cobra especial relevancia. Mientras muchas feministas institucionalizadas han optado por un discurso vacío y compatible con el sistema, Gladys representaba un feminismo de clase, profundamente vinculado con la lucha de los trabajadores y las trabajadoras. Su legado es un recordatorio de que la verdadera emancipación de las mujeres no vendrá de la mano del neoliberalismo, sino de la destrucción del sistema capitalista.
Boric y su alianza con el fascismo internacional
Si Gladys Marín dedicó su vida a combatir el fascismo, Boric ha optado por ser su cómplice. La política exterior de su gobierno es la prueba más clara de su sometimiento a los intereses del imperialismo. Desde el comienzo del conflicto en Ucrania, Boric ha respaldado abiertamente al régimen de Volodímir Zelenski, ignorando su estrecha vinculación con batallones neonazis como el Azov. Mientras unos pocos países de América Latina han optado por una postura soberana frente al conflicto, Boric ha asumido la narrativa de la OTAN y de Washington, posicionando a su Gobierno del lado de la extrema derecha europea.
Su subordinación al fascismo internacional no se detiene ahí. Mientras guarda silencio ante el genocidio israelí en Palestina y criminaliza la resistencia del pueblo mapuche, su gobierno estrecha lazos con los neonazis de Ucrania, respaldando el régimen de Kiev financiado y armado por la OTAN. Boric, que se presentó como un defensor de los derechos humanos, hoy se alinea con los mismos intereses que han impulsado guerras, golpes de Estado y el saqueo de los pueblos del Sur Global. Mientras persigue a los luchadores sociales en Chile, su política exterior lo muestra como un peón del imperialismo, apoyando a grupos abiertamente fascistas en Europa del Este y sumándose a la agenda belicista de Estados Unidos.
El legado de Gladys Marín
Gladys Marín nunca se arrodilló ante el poder. No aceptó pactos con la oligarquía ni claudicó frente a la represión. Su vida fue un ejemplo de consecuencia, de lucha sin tregua por un Chile verdaderamente libre, sin explotación ni injusticia. Frente a la traición de Boric y su sometimiento al neoliberalismo y al fascismo internacional, su pensamiento está más vigente que nunca.

Ella nos enseñó que la lucha popular no se puede delegar en falsos líderes ni en burócratas serviles. Nos recuerda que el cambio no vendrá desde los pasillos del poder, sino desde las calles, desde la organización de los trabajadores, los estudiantes y los pueblos originarios. Su legado nos obliga a preguntarnos: ¿seguiremos tolerando a quienes traicionan nuestras causas o retomaremos el camino de la dignidad?
Hoy, a 20 años de su partida y en un nuevo 8 de marzo , Gladys Marín nos convoca a levantar nuevamente las banderas de la resistencia, a reconstruir una izquierda combativa, intransigente ante la injusticia. Porque como ella misma dijo: “La lucha de los pueblos no tiene final, y la victoria solo llegará si la peleamos hasta el final” . Es hora de honrar su memoria con organización y combate. Que la historia la escriban los pueblos, no los traidores.
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