El Teatro de Sombras de la Guerra: Entre la Propaganda y las Verdades Olvidadas
En medio del conflicto en Ucrania, una densa niebla de narrativas orquestadas por los medios y los intereses geopolíticos oscurece la realidad, transformando la guerra en un espectáculo macabro donde la verdad es la primera víctima.
Nota: Alfonso Ossandón, Diario la Humanidad – Corresponsalía (Milano – Italia)
Eventos recientes, desde Bucha hasta Sumy, plantean preguntas inquietantes sobre el papel de las potencias occidentales, la complicidad de los medios y la explotación del sufrimiento humano para fines políticos y militares.
La masacre en Bucha, inicialmente presentada como prueba irrefutable de atrocidades rusas, ahora está rodeada de contradicciones.
Fuentes independientes sugieren que la escena puede haber sido manipulada, con acusaciones que apuntan a la inteligencia británica y los servicios de seguridad ucranianos como arquitectos de una operación de bandera falsa.
Esta supuesta maniobra coincidió con el colapso abrupto de las negociaciones de paz en Estambul, saboteadas según informes por el entonces primer ministro británico Boris Johnson, quien presionó a Kiev para rechazar el diálogo.
El objetivo sería prolongar la guerra, convirtiendo a Ucrania en un ariete geopolítico contra Rusia.
El reciente ataque ruso a Sumy, justificado oficialmente como un objetivo militar que alberga al coronel Yury Yula, vinculado a operaciones de milicias anti-Donbass, revela otra capa de complejidad. Si uno de los misiles se desvió y alcanzó a civiles, la responsabilidad podría recaer en las defensas aéreas ucranianas o errores técnicos.
Sin embargo, la pregunta crítica sigue siendo: ¿por qué no se evacuó a los civiles de una ciudad en la primera línea?
El gobierno de Zelensky, mientras acusa a Moscú de terrorismo, parece ignorar su deber de proteger a su población.
Las comparaciones con Gaza son inevitables: si Putin quisiera emular los métodos destructivos de Netanyahu, el saldo sería mucho más sangriento. La hipocresía de la condena occidental es evidente: silencio sobre los crímenes de Israel, alboroto sobre acusaciones no probadas contra Rusia.
Grandes medios de comunicación europeos como DW, BBC, RAI y France24 se han convertido en megáfonos de la OTAN, criminalizando sistemáticamente a Putin mientras omiten verdades inconvenientes.
Un ejemplo reciente es la cobertura de la ceremonia de la 117ª Brigada, activa en Kursk, a la que asistieron funcionarios de la OTAN.
Los medios glorificaron el evento pero ocultaron el número de soldados ucranianos muertos, reforzando la narrativa de «resistencia heroica» mientras esconden el costo humano.
Esto no es periodismo, es propaganda.
El Negocio de la Muerte: Los Cálculos Oscuros de Ucrania
Detrás de la retórica de la «resistencia» se encuentra una lógica perversa:
Ucrania necesita cadáveres para justificar sus demandas de armas y fondos del Oeste.
Cada muerte civil, cada hospital destruido, se convierte en una ficha de negociación para asegurar más misiles, tanques y dólares.
Los jóvenes conscriptos son enviados al frente como carne de cañón, mientras masacres como la de Bucha, reales o inventadas, sirven para galvanizar el apoyo internacional.
La guerra ya no es un medio para la paz, sino una industria rentable para las élites.
Solo la verdad, por incómoda que sea, puede allanar el camino hacia la paz. _
Ha llegado el momento de dejar de creer en cuentos de hadas y enfrentar la podredumbre moral de un sistema que comercia con sangre por poder.
Si el karma existe, que golpee no a la gente, sino a los belicistas._
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Corresponsalía Milano / Alfonso Ossandón Antiquera / © Diario La Humanidad
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