El Retorno de Talleyrand

Un Fantasma de Realpolitik para una Europa Perdida
Nota: Alfonso Ossandón, Diario la Humanidad – Corresponsalía (Milano – Italia)
Una Voz Desde el Pasado
En un hecho casi de metaverso e hiperrealidad que la ciencia apenas logra explicar, un radiotelescopio chino descifró recientemente lo que parece ser un mensaje claro y contundente de Charles Maurice de Talleyrand, el legendario diplomático francés. Su voz, tan elegante como cortante, ha resonado desde el espacio con un tono de regaño hacia los líderes de la Europa contemporánea. En una mezcla de ironía, sabiduría política y profunda decepción, Talleyrand expone las miserias de un continente que alguna vez fue el centro del mundo y ahora se pierde entre la irrelevancia geopolítica y una autodestructiva corrección política.
El Discurso de Talleyrand: «De la Mediocridad a la Pérdida Total»
“Señores, ¿acaso la historia no les ha enseñado nada?
Aquí estoy, no desde el más allá, sino desde la inmensidad del cosmos, para recordarles que Europa, en mi tiempo, era el tablero de ajedrez del mundo, no su peón. Sin embargo, los veo hoy sumidos en una combinación de torpeza, belicismo estéril y una grotesca obsesión por debates insignificantes.
A Emmanuel Macron:
Emmanuel, ¿no te cansas de posar como el salvador de una Francia que no quiere salvarse?
Tus intentos de liderar Europa son más una comedia que un drama. No has construido coaliciones fuertes; solo has creado resentimientos. ¿Dónde está tu estrategia para devolver a Francia su grandeza? En lugar de preocuparte por las estatuas en las plazas, preocúpate por la economía que las rodea.
A Olaf Scholz:
Canciller Scholz, te digo esto con la mayor de las ironías: eres el hombre más predecible en una época que clama por liderazgos audaces. Has reducido a Alemania a un país que se arrastra detrás de las decisiones de otros.
¿Dónde está el pragmatismo germano que tanto admiré en Metternich? Lo has sustituido por una sumisión a agendas ajenas, mientras tu industria, columna vertebral de Europa, se marchita.
A Giorgia Meloni
Ah, señora Meloni, hablas de soberanía nacional, pero entregas a tu país a los mismos errores que destruyeron a tus predecesores. La grandilocuencia no sustituye la acción. Italia necesita estadistas, no actores.
A Boris Johnson:
Boris, querido Boris, si yo tuviera un equivalente en mi tiempo, sería un bufón de la corte, no un estadista. Tu legado es una mezcla de caótica autocomplacencia y promesas vacías.
Hiciste de Reino Unido un hazmerreír, y ahora te paseas como si hubieras ganado algo más que el desprecio de tu propio pueblo.
A Josep Borrell y Ursula von der Leyen:
Josep, Ursula, ustedes fueron y son las voces de una Unión Europea que debería ser una fortaleza y, sin embargo, es una veleta. Su falta de coherencia en la política exterior y su sumisión a intereses externos no solo han debilitado a Europa, sino que han colocado al continente en la peor posición posible: al borde del ridículo.
Sobre la Guerra en Ucrania:
¿Creen que alimentar una guerra sin estrategia es liderazgo? Han provocado una guerra y la han perdido antes de iniciarla. Han destruido puentes y economías, solo para quedar como sirvientes de potencias extranjeras. Mi consejo es simple: abandonen esa moralidad de pacotilla que los lleva a destruir naciones y finjan al menos una pizca de interés en sus propios pueblos.
Propuestas para Europa: Volver a la Realpolitik
Talleyrand no solo regaña; también propone.
En su mensaje, el diplomático resucitado pide un retorno a la verdadera realpolitik, a una filosofía que pone los intereses pragmáticos por encima de las emociones y las modas:
1. Rechazar el Wokismo Vacuo: Europa debe dejar de lado las discusiones banales y centrarse en los problemas reales: la pérdida de poder económico, la crisis energética y la falta de liderazgo global.
2. Recuperar la Autonomía Estratégica: Europa no puede seguir siendo un títere de Washington ni de Beijing. Es hora de desarrollar una defensa propia, una política energética independiente y una voz única en el escenario internacional.
3. Abandonar la Guerra y Construir Puentes: La guerra en Ucrania es un desastre autoinfligido. La diplomacia, no las armas, es la única forma de preservar la estabilidad europea.
4. Priorizar el Desarrollo Interno: Dejen de preocuparse por cómo los ciudadanos separan plásticos y cartones, y empiecen a construir un futuro en el que esos mismos ciudadanos tengan trabajos, estabilidad y esperanza.
Una Europa a la Deriva
La voz de Talleyrand, aunque mítica y anacrónica, es un recordatorio de las virtudes del pragmatismo, la diplomacia y el liderazgo visionario.
Europa, en su obsesión por el status quo y sus pequeñas guerras culturales, se está condenando a la irrelevancia. Quizá sea momento de escuchar a los fantasmas del pasado, no por nostalgia, sino por sabiduría. La pregunta es si los líderes actuales tendrán el coraje de hacerlo o si, como Talleyrand advierte, continuarán siendo esclavos de su propia mediocridad.
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Charles Maurice de Talleyrand (1754-1838)
Fue un político y diplomático francés célebre por su astucia y pragmatismo, conocido como el maestro de la realpolitik.
Sirvió bajo diversos regímenes, desde Luis XVI hasta Napoleón Bonaparte y la Restauración borbónica, destacándose por su habilidad para adaptarse a contextos cambiantes sin perder influencia. Arquitecto del equilibrio europeo en el Congreso de Viena, priorizó siempre los intereses nacionales sobre ideologías. Su aguda visión política y sus frases mordaces lo convirtieron en un símbolo de la diplomacia realista. Su legado es tanto admirado por su genialidad estratégica como criticado por su cinismo.
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Corresponsalía Milano / Alfonso Ossandón Antiquera / © Diario La Humanidad
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